Día Mundial del Alzheimer
: 21-09-2022Familia: Auxiliar de Ayuda a Domicilio Expertos Universitarios Geriatría Sociosanitario
Con motivo del Día Mundial del Alzheimer queremos hacer eco de la importancia de esta enfermedad que, junto con la demencia vascular, es la causa más frecuente de demencia en los/las ancianos/as.
La enfermedad de Alzheimer es un trastorno grave, degenerativo, producido por la pérdida gradual de neuronas cerebrales. Su evolución se caracteriza en su etapa inicial por presentar en los pacientes problemas de memoria. Sin embargo, con el paso del tiempo, aparecen otras dificultades cognitivas como problemas de lenguaje, desorientación, alteraciones de personalidad, dificultades en la percepción y en la motricidad.
El rol del cuidador
En muchos casos, el enfermo de Alzheimer acaba en una situación de dependencia, donde será necesaria la figura de un cuidador en función del grado de dependencia del enfermo. En el cuidado de un paciente con demencia tipo Alzheimer, la familia supone un pilar básico, ya que el hecho de permanecer en el entorno familiar proporciona al enfermo una mayor calidad de vida y un mayor confort, tanto a nivel físico como a nivel psíquico.
El cuidador puede ser un familiar que asume la responsabilidad total en el cuidado del paciente o puede ser un cuidador profesional. Cuando una persona toma la decisión de cuidar a un familiar enfermo de Alzheimer su vida da un cambio drástico, ya que tiene que asumir un gran número de tareas y debe ir aprendiendo a medida que las necesidades del paciente así lo requieran.
El trabajo del cuidador suele ser un trabajo muy estresante, al ocupar gran parte de su tiempo sin horario concreto, donde las necesidades del enfermo le restan cada vez más tiempo para dedicarse a sí mismo y a otras obligaciones familiares o laborales. El propio desarrollo de la enfermedad, con sus complicaciones, hacen que el cuidador pueda llegar a sufrir sobrecarga, poniendo en peligro su salud física, psíquica y emocional. En muchos casos, se ve reflejado en la alteración de la vida familiar, el ocio, el tiempo libre, las relaciones sociales o los hobbies del cuidador.
Aprendiendo a cuidar
Las responsabilidades que debe asumir el cuidador, como las decisiones importantes que debe asumir para el enfermo si esta persona se encuentra incapacitada para tomar decisiones por sí misma o asumir las responsabilidades legales en nombre del paciente, suponen una gran presión para el cuidador.
Queda reflejado, entonces, que la figura del cuidador suele ser una persona altruista, que va aprendiendo sobre el cuidado de la salud y de la alimentación, de la gestión doméstica, la integración social o las movilizaciones.
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En Carpe Diem apostamos por la formación, para que los futuros cuidadores estén formados y preparados, y, así, puedan afrontar cualquier situación posible.
